“El rol de educador no tiene precio”

  • Afirma Alexis, un joven que transitó espacios de cuidado institucional de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia.
  • Hoy desarrolla su vida en autonomía, y se prepara profesionalmente para poder ayudar a chicos que estuvieron en la misma situación, inspirado por las personas que lo apoyaron.
Alexis rodeado de los educadores de la Casa Achával

Alexis tiene 21 años. Desde principios del año pasado, que dejó la Residencia de Pre Egreso, “la Achával”, empezó a caminar solo. Dejaba la que era su casa en la que estuvo mucho tiempo; algo más de dos años compartiendo y proyectándose junto a sus educadores y compañeros en la casa de barrio Observatorio para el desarrollo de la autonomía personal que depende de SeNAF.

No le tocó la mejor época para abrir las alas. Coincidente con una pandemia mundial su trabajo no se pudo sostener y cerró. La posibilidad de vivir con su amigo también se complicó. “Fueron épocas duras” recuerda. “Me ayudó la facu, me dio una computadora”, cuenta Alexis. A pesar de lo complejo de su primer año de autonomía, Alexis no descuidó la carrera que había comenzado. Cursa Pedagogía Social en el instituto Teológico de Córdoba (ITEC).

Durante el tiempo que convivió en la Casa de Pre Egreso fue preparándose para habitar el afuera,  transitando un periodo de acompañamiento para el egreso de jóvenes que se encuentran bajo protección del Estado en el ámbito del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Hoy Alexis habita un monoambiente que alquila en una vivienda de la calle Mariano Moreno, no muy lejos de la casa “Achával”.

La carrera que estudia la eligió básicamente por lo que vivió. “Quiero ayudar a chicos que pasaron por la misma situación que yo, un poco devolver lo que a mí también se me dio”. Y recuerda a los socioeducadores, a los educadores de diferentes de Residencias, también a guardias del Instituto. “Cumplir ese rol de educador es algo que como me ayudaron a mí, no tiene precio”, sostiene con sus tranquilos ojos marrones.

Para él la educación es un tema importante, “sé que mientras más estudie más voy a poder crecer”. Terminó el secundario portando la bandera en la Escuela Nicolás Copérnico. “También di el discurso de fin de año que fue muy lindo, estaban ahí todos los adultos de la Casa de Pre Egreso acompañándome y mi familia”, recuerda con cariño. A nadie de su entorno sorprendió que representara en el acto a los y las estudiantes ya que conocen sus habilidades para poner por escrito lo que siente.

 “También fui escolta en la primaria, en el otro colegio también tenía buenas notas”, cuenta.  Vivía en una localidad de las sierras chicas con sus padres, quienes según él, tuvieron mucho que ver con su desempeño escolar, dice riendo.

Y a pesar de que se compara con  los amigos de Pinocho, -“cuando los niños se van y se convierten en burros”-, y llegó a lugares que jamás hubiera imaginado estar, no bajó los brazos. “Cuando entré al Complejo ya sabía que eso no era para mí, y dije, vamos a hacerlo por mí y por mi familia, pero más por mi hermanito”. Y decidió pedir las cosas a su colegio de Unquillo. Con el apoyo de su sociopedagoga y el Centro Educativo del Complejo Esperanza que se contactó con su anterior escuela, terminó quinto año. “Creo que fui el primer chico en cursar libre desde el Instituto”.

 “La gente de Achával te inspira mucho a progresar”

Alexis tiene el cariño de su familia. A los que extraña porque los ve poco por la distancia y las ocupaciones. Son su motor así como el recuerdo de su abuelita.

Pero también siente que la Achával ya es familia para él, “mi familia de acá de Córdoba”. “La gente de Achával me sigue apoyando y ayudando. Si no sé a quién recurrir y no puedo irme a ver a mi papá y mi mamá, sí puedo ir a Achával, y sé que siempre va a estar un adulto”. 

 “A medida que pasó el tiempo,  -recuerda de su vida en la Residencia de Pre Egreso-, fui dándome cuenta que el rol del pedagogo social es en cierto punto educar!”.  “Me daban consejos, me hicieron volver a creer en mí mismo, me apoyaron mucho,  siempre estuvieron ahí… La gente de Achával te inspira mucho a progresar”, asegura.

Mirando hacia adelante

Alexis se ríe porque dice “estoy cursando mi carrera y ya estoy pensando en otra”. Después de terminar Pedagogía Social, y ejercer de lo que estudió un año,  tiene decidido  comenzar Profesorado en Educación Especial.

En sus pasos por “las Resis”, como las nombras, le tocó convivir con niños y adolescentes con diferentes discapacidades, lo que le despertó el interés en trabajar con ellos.

También con el tiempo le gustaría mudarse a Alto Alberdi, a un departamento o una casita donde pueda tener una mascota…  “Y ayudar” agrega, “había dicho que a mí me ayudaron”, remarca para cerrar su mirada hacia el futuro.